miércoles, 3 de septiembre de 2014

Pesadilla.

El sueño se apodera de mí, 
y pienso que por fin lograré escapar
 de toda la mierda de mi vida.
Pero  estando dormida e inconsciente,
la maldad me persigue hasta mis sueños,
entra a lo profundo de ellos invadiéndolos 
y convirtiéndolos en terribles pesadillas,
aún dormida mi pulso se acelera,
la respiración se agita,
y todo entero mi cuerpo tiembla.
Los temblores poseen mi espíritu 
y la calma abandona mi alma.
 La noche avanza lentamente, 
mi almohada se humedece 
con mis lágrimas y sudor,
la ropa se pega a mi piel 
y la cama se torna incomoda.
Me revuelco cuando las convulsiones
atrapan mi cuerpo y con un grito silencioso 
que desgarra mi garganta
 me despierto 
y me hallo enfrente a mi peor pesadilla,
al final de todo no era el sueño 
era mi vida la que se convirtió en una pesadilla.

No hay comentarios:

Publicar un comentario