martes, 16 de septiembre de 2014

La marea es mi enemiga.

La marea es mi enemiga.


Estoy frustrada,
me siento enferma.
tengo mucho tiempo 
luchando contra la marea,
para que no me arrastre.
Tengo miedo que me adentre 
a aguas desconocidas.
Miedo a perderme 
solo me queda,
seguir luchando contra ella,
mi enemiga.

Celosa.

Celosa.


No demostrare 
que estoy dolida  que me afecta tu partida.
mi cerebro no puede procesar
tu nombre 
seguido de las palabras:
ajeno y  novia 
mucho menos de "te perdí" .
Pronunciare y aceptare
que halles tu felicidad 
en los brazos de otra
de la cual realmente me siento muy celosa.


Varias razones.

Varias razones.

Me duele que te alejes de mi
por varias razones.
La mas importante 
creo amarte.
Cada ves que te veo 
sin querer,
mis ojos toman un brillo especial, 
mis mejillas
se tornan rosas llegando al rojo intenso.
Cuando me hablas,
y me sonríes
florecen en mi
miles de sentimientos.
tendré que verte  la cara sabiendo  
que eres ajeno.
mi amor, no es el de una adolescente 
afectada por las hormonas.


martes, 9 de septiembre de 2014

Nunca he viajado por tu mente

¿Para qué?
¿para qué gastarme mi tiempo pensando de más?
¿para qué vivir con miedo 
a equivocarme?
¿para qué desperdiciar fuerzas en luchas
vanas e innecesarias?
Que no traerán ninguna ganancia para mí.
¿Por qué pensar tanto en ti
y gastarme mis horas haciéndolo,
cuando tengo la certeza
 que yo nunca he viajado por tu mente?

miércoles, 3 de septiembre de 2014

Pesadilla.

El sueño se apodera de mí, 
y pienso que por fin lograré escapar
 de toda la mierda de mi vida.
Pero  estando dormida e inconsciente,
la maldad me persigue hasta mis sueños,
entra a lo profundo de ellos invadiéndolos 
y convirtiéndolos en terribles pesadillas,
aún dormida mi pulso se acelera,
la respiración se agita,
y todo entero mi cuerpo tiembla.
Los temblores poseen mi espíritu 
y la calma abandona mi alma.
 La noche avanza lentamente, 
mi almohada se humedece 
con mis lágrimas y sudor,
la ropa se pega a mi piel 
y la cama se torna incomoda.
Me revuelco cuando las convulsiones
atrapan mi cuerpo y con un grito silencioso 
que desgarra mi garganta
 me despierto 
y me hallo enfrente a mi peor pesadilla,
al final de todo no era el sueño 
era mi vida la que se convirtió en una pesadilla.