viernes, 13 de junio de 2014

Cuando se va la luz y escribo.

Te estoy escribiendo a la luz de una vela,
viendo la sombra de mi plumero
 deslizarse 
de forma casi mágica por el papel.
Veo el azul de la llama 
y pienso en la belleza del cielo azul profundo.
Veo la llama moverse con el viento 
que amenaza con extinguirla,
y observo cuan fuerte es ella
y lo firme que se mantiene,
 igual que mis sentimientos por ti,   
veo el amarillo vivo y ardiente de la llama 
y lo comparo con la pasión de este amor.
Pero como ella, 
 puede que el viento le gane la batalla 
y apague su llama
dejando sólo el hilo de humo
 que se lleva con él todas mis esperanzas.
Pero también puede que ella se desgaste
 y se limite a convertirse en un río de parafina 
y yo no puede permitir que eso 
 suceda con nuestro amor.
Por eso, lo protejo del viento 
y lo alimento cada día 
para que no se desgaste.
Cuida la llama de mi corazón, ahora la tienes tú.

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