Te estoy escribiendo a la luz de una vela,
viendo la sombra de mi plumero
deslizarse
de forma casi mágica por el papel.
Veo el azul de la llama
y pienso en la belleza del cielo azul profundo.
Veo la llama moverse con el viento
que amenaza con extinguirla,
y observo cuan fuerte es ella
y lo firme que se mantiene,
igual que mis sentimientos por ti,
veo el amarillo vivo y ardiente de la llama
y lo comparo con la pasión de este amor.
Pero como ella,
puede que el viento le gane la batalla
y apague su llama
dejando sólo el hilo de humo
que se lleva con él todas mis esperanzas.
Pero también puede que ella se desgaste
y se limite a convertirse en un río de parafina
y yo no puede permitir que eso
suceda con nuestro amor.
Por eso, lo protejo del viento
y lo alimento cada día
para que no se desgaste.
Cuida la llama de mi corazón, ahora la tienes tú.
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